En un contexto internacional marcado por la volatilidad de los mercados desarrollados y las tensiones geopolíticas, América Latina se ha posicionado nuevamente como una región atractiva para los inversores. Los analistas destacan el potencial de crecimiento de sus economías, la estabilidad de ciertas monedas locales y los rendimientos competitivos que ofrecen tanto la renta fija como la renta variable.
Durante el primer semestre del año, los flujos hacia activos latinoamericanos crecieron de manera sostenida. Esta tendencia responde a la necesidad de diversificación de los inversionistas internacionales y al buen desempeño económico de países como Brasil y México. Las valoraciones actuales, consideradas por debajo de sus promedios históricos, también contribuyen a aumentar el atractivo de la región.
Brasil y México, las apuestas más importantes
México está sacando provecho del fenómeno de la relocalización cercana, lo que ha fomentado la reasignación de cadenas de producción a su territorio. Su fuerte vínculo comercial con Estados Unidos, junto con una política fiscal prudente y un sistema bancario robusto, solidifican su posición como un sitio confiable para los inversores. El peso mexicano también ha mantenido una notable estabilidad frente al dólar.
Chile se presenta como una opción atractiva en el ámbito minero, principalmente por su enfoque en el cobre, en tanto que los expertos muestran más precaución hacia Colombia y Perú a causa de aspectos políticos y la incertidumbre en sus normativas.
Bonos en divisa nacional: una opción robusta
Uno de los vehículos más sugeridos para este segundo semestre son los bonos soberanos lanzados en moneda nacional. En naciones como Brasil y México, estos títulos brindan retornos reales que exceden el 7 %, convirtiéndolos en alternativas competitivas en comparación con activos de mercados desarrollados.
Además, el fortalecimiento de las monedas locales añade una capa adicional de atractivo, ya que ofrece la posibilidad de ganancias tanto por rentabilidad como por apreciación cambiaria. Los bancos centrales de la región, tras haber llevado a cabo agresivos ciclos de suba de tasas en años anteriores, cuentan ahora con espacio para recortes, lo que puede impulsar aún más el precio de los bonos.
Sectores con mejor perspectiva
Más allá de las geografías, ciertos sectores concentran el interés de los expertos. En Brasil, destacan el financiero y el energético, con bancos como Itaú y Banco do Brasil y empresas como Petrobras liderando las recomendaciones. También se observa un creciente interés por compañías de infraestructura y consumo masivo, en especial aquellas que han mostrado capacidad de recuperación y crecimiento sostenido.
Las plataformas digitales y fintech como Mercado Libre continúan ganando terreno, mientras que en México, el sector aeroportuario recibe atención por la recuperación del tráfico de pasajeros y las oportunidades derivadas del turismo y la logística.
Elementos de riesgo que deben considerarse
A pesar del contexto favorable, los analistas insisten en no perder de vista ciertos riesgos. El entorno político en varios países puede generar incertidumbre para los inversionistas. Procesos electorales, reformas fiscales pendientes o tensiones institucionales pueden afectar el comportamiento de los activos.
Asimismo, los cambios en las políticas monetarias de Estados Unidos, la evolución del dólar y el comportamiento de los precios de las materias primas seguirán condicionando el panorama regional. Sin embargo, se espera que los factores internos —como la estabilidad fiscal y monetaria— tengan un peso cada vez más determinante en la evolución de los mercados locales.
Una posibilidad para ampliar con bases sólidas
De cara a la segunda mitad del año, América Latina ofrece una combinación atractiva de rendimientos, fundamentos sólidos y oportunidades sectoriales. Los inversionistas que busquen diversificar sus carteras fuera de los mercados tradicionales encuentran en la región un entorno más maduro, con alternativas de inversión tanto en renta fija como en renta variable.
Aunque la cautela sigue siendo necesaria, los expertos coinciden en que las condiciones actuales abren una ventana estratégica para posicionarse en activos latinoamericanos con una visión de mediano a largo plazo. La clave estará en seleccionar con criterio, monitorear los factores políticos y macroeconómicos, y mantener una estrategia bien balanceada.