La devastación provocada por el terremoto sufrido en Marruecos, por encima de los 2.000 muertos, demuestra la destrucción que pueden provocar los seísmos en función del terreno bajo el que se desaten, en este caso en una zona con construcciones poco preparadas para soportar esa liberación de energía. Los servicios geológicos determinan que el terremoto ha sido de magnitud 6,8. Según los datos con los que cuentan los especialistas, es el mayor que sufre el país desde que se cuenta con registros.
¿Qué ha ocurrido? El evento principal se desató a las 23.11 hora local de Marruecos (0.11 en la España peninsular), generando un terremoto de magnitud 6,8, según los cálculos del Instituto Geográfico Nacional (IGN) y el Servicio Geológico de Estados Unidos, la referencia para estas situaciones (USGS, por sus siglas en inglés). El seísmo se produjo a unos 18,5 kilómetros de profundidad, con un epicentro que se sitúa a 63 kilómetros al suroeste de Marraquech, en dirección hacia la costera Agadir.
¿Ha tenido réplicas? Sí, apenas 20 minutos después del terremoto principal (a las 23.30 hora local) se produjo una réplica no muy lejos de aquel epicentro. Este seísmo liberó una energía de magnitud 4,9, según USGS (5,1 en el registro del IGN), y se produjo más cerca de la superficie, a 10 kilómetros de profundidad, según USGS (a tan solo 5 kilómetros, según IGN). Es normal que eventos como este, que liberan tanta energía, provoquen réplicas por el reajuste del material en el subsuelo o por desencadenar otros terremotos en la misma falla o en fallas vecinas, o en puntos que ya estaban cerca de provocar sismicidad, como ocurrió recientemente en Turquía y Siria.
Los sismógrafos del IGN han detectado otros 25 seísmos en Marruecos de magnitudes entre 3 y 4 desde que se produjo el principal. Como siempre que se produce un gran terremoto, se deben esperar más réplicas, lo que puede provocar más víctimas y dificultar las labores de rescate.
“Los residentes deben tener cuidado al regresar a los edificios afectados, ya que algunos daños pueden no ser visibles y se pueden esperar réplicas de magnitud 5-6″, advierte Joanna Faure Walker, geóloga de la University College de Londres (UCL), según recoge la plataforma de información científica SMC.
¿Es habitual en Marruecos? Este seísmo se produce en una región con fallas cartografiadas, pero con una sismicidad histórica relativamente baja, según los expertos. Un episodio significativo fue el terremoto de Agadir de 1960, que aunque fue de magnitud 5,8 (y a 15 kilómetros de profundidad), produjo gran devastación en la ciudad, matando a más de 12.000 personas. Como la magnitud se mide en escala logarítmica, esto quiere decir que un terremoto de 5,8 como aquel libera 30 veces menos energía que uno de 6,8 como el del viernes por la noche. En 2004, un seísmo de 6,4 mató a más de 600 personas en Alhucemas.
Según el catálogo de terremotos del USGS, este sería el terremoto de mayor magnitud que ha ocurrido en Marruecos desde que se comenzaron a registrar seísmos. “Es especialmente grande para la región, el mayor en más de 120 años”, afirma Bill McGuire, experto en riesgos geofísicos de la University College de Londres, en declaraciones a SMC.
Walker explica que Marruecos se encuentra en el norte de la placa africana que converge oblicuamente con la placa europea desde hace millones de años: “El movimiento asociado con el límite de las placas puede provocar terremotos dañinos. Ha habido otros terremotos de magnitud 6 en Marruecos en los últimos cientos de años”, añade Walker.
Este terremoto se ha dado en el entorno de la cordillera del Atlas, un sistema con fallas generado como resultado de ese choque de las placas africana y europea. Es probable que el seísmo esté relacionado con una de estas fricciones geológicas, en concreto una falla de empuje asociada con el sistema del Atlas Norte.
¿Por qué ha provocado tanta devastación? Cuando los terremotos ocurren por la noche, la cifra de víctimas suele ser más elevada porque los habitantes de la región son particularmente vulnerables por estar durmiendo, dentro de sus casas, y porque la oscuridad dificulta los intentos por salir de sus hogares y moverse entre escombros, aumentando el riesgo de sufrir lesiones y quedar atrapados.
Además, en regiones donde los terremotos destructivos son raros, los edificios no suelen estar construidos con la suficiente solidez para hacer frente a los temblores, por lo que aumenta el riesgo de derrumbes y víctimas.
Según el servicio geológico estadounidense, la población de la región “reside en estructuras que son altamente vulnerables a los terremotos” y hasta dos millones de personas habrán sentido fuertes temblores. Los tipos de edificaciones vulnerables predominantes son los de bloques de adobe y ladrillos no armados con construcción de barro, según USGS.
¿Qué fuerza ha liberado terremoto? Los dos parámetros que se usan para medir terremotos son magnitud e intensidad. La magnitud, que expresa la energía neta que se liberó, ha sido de 6,8. Pero hay otro parámetro importante: la intensidad, que mide el impacto social y ambiental. En este caso, el terremoto ha sido de intensidad VIII y IX en los puntos más afectados, por la devastación provocada: víctimas, edificios derruidos, etc. IX fue la intensidad de los seísmos de Turquía y Siria (de febrero de este año, de magnitud 7,8 con 50.000 muertos), según una escala que va del I (muy débil) al XII (catastrófico). VIII y IX se definen como destructivo y muy destructivo. El de Lorca (Murcia) en 2011 fue de intensidad VII, muy fuerte, con nueve víctimas mortales y más de 300 heridos, pero tan solo de magnitud 5,1.
¿Se ha notado en España? El IGN recoge que se ha sentido ampliamente en España, en el sur de la península Ibérica y también en el archipiélago de Canarias. Córdoba, Dos Hermanas, Lepe, Málaga, Huelva y Santa Cruz de la Palma son los puntos en los que con más intensidad se ha percibido por la población, según los ciudadanos que han enviado sus informes al IGN, por lo que es probable que también se haya notado en otros puntos, como las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
Magnitud, ni grados, ni Richter. Este terremoto, según las mediciones de las que disponemos ahora, es de magnitud 6,8. No se habla de grados en esa escala de magnitud y tampoco son de la escala de Richter, sino de otra más precisa denominada “magnitud de momento sísmico”. La escala Richter sirve únicamente en pequeños fenómenos locales, para instrumentos de la época en la que se creó, en la década de 1935: por encima de magnitud 6,5 se satura por la liberación de tanta energía. En todo caso, no es necesario añadirle apellidos al dato: vale con decir “un terremoto de magnitud 6,8″.
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