La confianza del ahorrador español pierde fuelle | Negocios

La confianza del ahorrador español pierde fuelle | Negocios

La encuesta de confianza del inversor elaborada por JP Morgan Asset Management tiene en la última oleada, correspondiente al tercer trimestre de 2023,una doble lectura. Según se mire, se puede ver la botella medio llena o medio vacía. Los más optimistas resaltarán que el indicador se mantiene por tercer trimestre consecutivo en positivo, circunstancia a destacar en un entorno geopolítico que es un polvorín, con altas tasas de inflación y unos tipos de interés que han subido mucho y en muy poco tiempo. Los pesimistas alertarán sobre la tendencia, y ésta señala que hay un empeoramiento notable en el estado de ánimo de los ahorradores españoles en septiembre.

El índice, que se elabora con las respuestas (1.356 en esta oleada) de los encuestados a la pregunta de cómo creen que evolucionarán las Bolsas en los próximos seis meses y que publica en exclusiva EL PAÍS, cerró el tercer trimestre con una media de 1,26 puntos (en junio era de 1,97 puntos). Sin embargo, si se aíslan los datos por meses, en septiembre el indicador cayó a 0,3 puntos, su nivel mensual más bajo desde diciembre de 2022.

¿Qué harán los mercados de acciones de aquí a seis meses? El 28,6% cree que es probable o muy probable que las Bolsas caigan en este periodo; el 38,6% prevén que se mantendrán en niveles similares a los actuales; y el 32,7% asegura que es probable o muy probable que la renta variable se revalorice en el semestre.

Motivos variados

Entre los motivos que dan los optimistas para esperar una escalada bursátil, el más nombrado es que “la situación económica está mejorando”. También citan como argumentos para su previsión que las medidas para frenar la inflación están teniendo su efecto o incluso el resultado de las elecciones generales celebradas el pasado 23 de julio. En el caso de los pesimistas, los razonamientos detrás de su vaticino es que “estamos en crisis”, “por la guerra de Ucrania” o “porque estamos sin Gobierno”. La encuesta no incluye el impacto en el estado de ánimo de los ahorradores del conflicto en Oriente Próximo, que estalló en octubre.

Si bien es mayoría el número de ahorradores que confía en el potencial de revalorización de las Bolsas, no hay unanimidad en cuento a qué plaza guarda más margen de subida. El mercado europeo era el favorito en la oleada anterior y lo sigue siendo en la del tercer trimestre (el 24,35 de los encuestados así lo piensa), pero su distancia se ha acortado mucho con respecto a las acciones españolas (son las favoritas del 24% de los inversores) y de la Bolsa estadounidense (22,6%).

El mercado financiero español, que sigue controlado con mano de hierro por los bancos, es históricamente muy conservador. Si es por una cuestión de oferta o de demanda es aún una cuestión por resolver. Por eso, muchos clientes de las entidades financieras se encuentra ahora sin brújula: necesitan productos sin mucho riesgo que les cubran en buena parte la pérdida de poder adquisitivo provocada por la inflación pero, salvo aisladas excepciones, no los encuentras debido a las políticas comerciales bancarias, que sí han aplicado rápidamente la subida de los tipos de interés del Banco Central Europeo a sus préstamos, pero arrastran los pies a la hora de mejorar la remuneración de sus productos.

Este desamparo de los inversores más conservadores explica que hayan vuelto su mirada hacia la deuda pública (las familias ya suman 20.000 millones en Letras del Tesoro, cifra récord) y hace difícil de comprender que la mayoría de los participantes en la encuesta de JPMorgan AM (42,1%) asegure que invertirá en depósitos o cuentas remuneradas en los próximos seis meses. O vislumbran un cambio en las políticas comerciales de los bancos, o han asumido ya que sus ahorros van a seguir perdiendo valor una vez descontada la inflación.

Resiliencia a pesar de todo

Cuando presentó sus perspectivas para 2023, JP Morgan Asset Management creía que en algún momento del año había probabilidades de que la economía mundial entrase en recesión. Esto no ha ocurrido, pero Lucía Gutiérrez-Mellado, responsable de estrategia de la gestora estadounidense para España y Portugal, cree que en algún momento las agresivas subidas de los tipos de interés se tienen que terminar notando. “En algún momento, habrá una desaceleración. No tiene por qué ser una recesión, pero sí una evolución más modesta del PIB”, explica.
Les ha sorprendido sobre todo la resiliencia de la economía estadounidense. La capacidad de consumo de las familias, que han tirado de ahorros, y el efecto beneficioso de los estímulos fiscales han compensado el encarecimiento de los préstamos a empresas y particulares. Para los próximos meses, su visión sobre la economía estadounidense es “constructiva”, si bien Gutiérrez-Mellado advierte que su ritmo se desacelerará. En cuento a China, aunque esta experta reconoce la debilidad de su sector inmobiliario, espera que la caída del PIB esté cerca de tocar fondo. “Como Pekín no tiene problemas inflacionistas, su banco central puede seguir aplicando políticas expansivas”. En cuanto a Europa, en JP Morgan AM son más cautos en cuento a su potencial, aunque descarta que a corto plazo entre en recesión.
En las carteras, mantienen su visión “neutral” por la renta variable y prefieren las acciones estadounidenses y japonesas. Por lo que se refiere a la renta fija, en deuda pública apuestan por las emisiones de más duración ya que creen que ofrecen precios de entrada atractivos, mientras que en crédito mantienen su apuesta por el crédito de mayor solvencia (investment grade).

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