Un estudio preliminar reciente realizado por el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. (USPSTF) encontró que la detección del virus del papiloma humano (VPH) de alto riesgo cada cinco años es la estrategia más recomendada para la detección cervical del virus del papiloma humano (VPH) en mujeres de 30 años. Este enfoque incluye la capacidad de las mujeres de reconocer a sus propios sujetos de examen, lo que representa un avance significativo en la detección de esta enfermedad.
Tradicionalmente, las pruebas de cáncer de cuello uterino se han realizado mediante citología cervical, conocida como prueba de Papanicolaou. Este procedimiento implica recolectar células del cuello uterino para examinarlas en busca de signos de cáncer. Sin embargo, el nuevo enfoque destaca la importancia de la detección del VPH como método primario, ya que la mayoría de los casos de cáncer de cuello uterino se deben a este virus. La prueba del VPH implica recolectar un hisopo vaginal que se analiza para identificar la presencia de cepas de alto riesgo que pueden conducir al desarrollo de cáncer.
El Dr. Esa Davis, miembro del grupo de trabajo y profesor de salud pública en la Universidad de Maryland, dijo que la prueba del VPH ofrece el mejor equilibrio entre beneficios y riesgos en la detección del cáncer de mama uterino, lo que sugiere que debería ser la primera. Hay una opción disponible para mujeres entre 30 y 65 años. Además, la inclusión de la opción de revisión automática se presenta como una alternativa atractiva para quienes no se sienten cómodos consultando a un profesional médico.
Cuando la prueba del VPH no está disponible, el grupo de trabajo recomienda una prueba de Papanicolaou o una combinación de las dos pruebas. Aunque la prueba del VPH se considera más eficaz, las otras dos opciones siguen siendo válidas y eficaces para detectar el cáncer.
La actualización de estas recomendaciones no significa que la prueba de Papanicolaou sea dañina, sino que la prueba del VPH es más efectiva para identificar el cáncer de mama de útero en mujeres de entre 30 y 65 años. Para las mujeres de 20 a 39 años, se recomienda que los exámenes de citología cervical continúen cada tres años.
El borrador de la recomendación se encuentra en una etapa preliminar y estará disponible para discusión pública hasta el 13 de enero. El USPSTF es un panel de expertos que emite recomendaciones que influyen en la práctica médica y las decisiones de cobertura de seguridad. La Sociedad Estadounidense del Cáncer también ha respondido a la prueba del VPH como parte de un programa de detección del cáncer de cuello uterino, informando que es más eficaz en la prevención que la prueba de Papanicolaou realizada sola.
El Dr. Robert Smith, vicepresidente senior de ciencias de detección del cáncer en la Sociedad Estatal del Cáncer, dijo que espera revisar las recomendaciones del USPSTF porque la detección es fundamental. El cáncer de cuello uterino es uno de los cánceres más prevenibles y tratables y es esencial que las mujeres se sometan a exámenes de detección periódicos.
Se estima que aproximadamente el 80% de las personas contraerán una infección por VPH en algún momento de sus vidas. Este virus, que incluye más de 150 cepas, se transmite principalmente a través del contacto sexual y puede causar verrugas, aumentando el riesgo de varios tipos de cáncer, incluidos el de cuello uterino, anal, de pene y de orofaringe. Aunque la presencia del VPH de alto riesgo no significa que una mujer tenga cáncer, es fundamental que se detecte a tiempo, porque en la mayoría de los casos el virus desaparece de forma natural en dos años.
La última recomendación del USPSTF de 2018. sugiere que las mujeres entre 21 y 29 años se realicen pruebas de citología cervical cada tres años. Para las mujeres de 30 a 65 años, las opciones recomendadas incluyen una prueba de citología cervical cada tres años, una prueba de VPH cada cinco años o una combinación de ambas. Esta nueva propuesta continúa recomendando no realizar pruebas de detección a mujeres menores de 21 años y mayores de 65 años que se hayan sometido a pruebas de detección adecuadas en el pasado y no tengan un alto riesgo de cáncer.
No se puede subestimar la importancia de realizar exámenes de detección periódicos en el grupo de edad de 21 a 65 años, ya que la detección temprana es clave para la prevención y el tratamiento del cáncer de mama uterino. La introducción de pruebas de detección automáticas del VPH podría ampliar el acceso a estas pruebas, facilitando que más mujeres se realicen las pruebas.
En mayo, la FDA amplió las aprobaciones para las pruebas de VPH, permitiendo a sus pacientes recolectar hisopos vaginales, brindando mayor comodidad y accesibilidad. Esta opción puede resultar atractiva para quienes prefieren evitar la recopilación de exposiciones por parte de un profesional médico, lo que puede conducir a un aumento en el número de mujeres que se sienten satisfechas.
La máquina expendedora ofrece una manera de superar las barreras que enfrentan algunas mujeres cuando intentan acceder a la atención médica. El compromiso del Dr. Davies de derribar barreras es fundamental para garantizar que todas las mujeres elegibles para los ensayos se sientan motivadas para realizarlos. Al hacer que el proceso sea más accesible y conveniente, si se espera que más mujeres aprovechen la oportunidad de realizar pruebas de detección, se podría lograr una reducción significativa de los casos de cáncer de mama uterino.
Promover el asesoramiento e incluir opciones más accesibles son pasos importantes para mejorar la salud de las mujeres y prevenir lesiones graves. La medición de la temperatura es un factor clave en el resultado del tratamiento y, a medida que crece la conciencia y la evidencia, está abriendo la puerta a un futuro más saludable para muchas mujeres.