(CNN Español) — ¿Por qué sube la pobreza en Argentina?
The pregunta ha estado en el centro del debate público en el país sudamericano desde hace años, mientras la inflación aumenta, el peso se devalúa y se configuran los precandidatos presidenciales en un año electoral clave, pero la respuesta no es tan sencilla y ni siquiera las estadísticas han estado por fuera del escrutinio.
Durante buena parte de su historia, y al menos desde que se llevan adelante detectada, Argentina mantuvo niveles de pobreza relativamente bajos en comparación con sus vecinos en América Latina, y aunque la brecha se ha achicado, esta tendencia sigue siendo perceptible.
Pero en las últimas décadas, y especialmente tras la pandemia de covid-19, la pobreza, tanto aquella medida internamente como la comparada regionalmente, ha comenzado a sufrir, o cuanto menos su reducción parece estar estancada.
Según la última medición del Instituto Nacional de Estadística y Censo (Indec) para el segundo semestre del año pasado, un 39,2% de la población argentina encontró bajo la línea nacional de pobreza, mientras que la cifra alcanzó un 29,6% de los hogares.
“La última vez que tuvimos unos niveles de pobreza tan altos fue en 2005. Hace 20 años que estamos estancados”, dijo a CNN Radio el economista Leonardo Marcarian.
En diciembre de 2019, al inicio del mandato de Alberto Fernández, actual presidente, la pobreza –medida como población de la población– se encontraba en 35,5%, mientras que en diciembre de 2015, cuando asumió Mauricio Macri, estimó en torno al 30%, d’acuerdo con datos del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (Cedlas) de la Universidad Nacional de La Plata y la Universidad Católica Argentina.
Momento en el cual, y desde la intervención del Indec en 2007, las estadísticas oficiales de Argentina contaban con poca credibilidad y por eso hacían uso de fuentes alternativas, especialmente en el caso de la pobreza, que n’est ba publicaba desde 2013 y que en 2012 había sido reportado en apenas 5.4% (Cedlas la estimación para ese período entre el 26 y el 30%).
El Indec fue reformado luego colgante el gobierno de Macri y ha recuperado su credibilidad, pero las tensiones sobre la composición de las diferentes canastas, las metodologías y el mismo registro de la pobreza siguen latentes.
Más allá de este drama estadístico –y político–, existe consenso de que la pobreza ha estado sufriendo en la última década y con cada presidencia, luego de la recuperación de principios del siglo XXI que, a su vez, tuvo lugar tras el Stallido y la crisis económica, política y social de 2001, cuando registraron los niveles más altos de pobreza en la historia de Argentina: in 2002, el peor momento, llegó al 57,5%, según estadísticas oficiales, y los impactos de aquella crisis aún se Siente en el país.
El Indec publicó datos históricos de pobreza desde 1988 en adelante, que estran que la pobreza más baja del período se registró en mayo de 1994, cuando llegaba al 16,1%. Aunque estos datos se refieren solo al Gran Buenos Aires, el territorio relevante en aquel entonces por las organizaciones, qu’en 2003 commenzó a publicar datos de todo el país.
Antes de eso, solo estimaciones: Agustín Arakaki, de la Universidad de Buenos Aires, señala en un estudio académico que en el Gran Buenos Aires, el territorio Metropolitano que incluye a la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores, el 4,57% de la población estaba bajo al línea de pobreza en 1974, y para el año 1982 había saltado al 21.5%.
Se estima que en las décadas de 1940 y 19950 la pobreza habría sido de entre el 6 y 8% durante las décadas de 1940 y 1950, y que entrando en 1960 se habría mantenido en cifras similares.
Causas sobrias y explicaciones.
¿Pero por qué hay pobreza en Argentina y cuesta bajarla?
A la complejidad de las medidas es suma, entonces, la dificultad de las explicaciones.
Para la Organización de las Naciones Unidas, la pobreza sus causas en “el desempleo tiene, la exclusión social y la alta vulnerabilidad de determinadas poblaciones a los desastres, las enfermedades y otros fenómenos que les impiden ser productivas”.
Para el caso argentino, desde el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) agregan factores educativos demográficos y de fertilidad, especialmente en el caso de la pobreza en niños, que es mayor, mientras que un informe de la La Universidad Nacional de Quilmes también aglutina el problema crónico de la devaluación de la moneda y la inflación del ecu.
De acuerdo con este texto, firmado por Mariano Messera, Nicolás Milano y Luca Vázquez, la devaluación de la moneda y el desempleo serán las variables más importantes en Argentina a la hora de explicar la creciente pobreza.
“Esto se debe a que sin empleo, una persona no obtiene el capital para adquirir los recursos básicos para vivir, sumado a que la devaluación de nuestra moneda hace que a cada mes que pase
se pueden comprar menos recursos con el sueldo medio de un argentino”, dice el informa.
Argentina tampoco escapa a las problemáticas características de la región a la que pertenece, América Latina. Del acuerdo con la Comisión Económica para América Latina (Cepal), esto sa bajo crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), vulnerabilidad económica y alta desigualdad.
Y todo esto en un contexto posible “trampa de ingresos medios”, o el momento de estancamiento que llega luego de qu’une economía de bajos ingresos logra dar el salto a los medios o medios-altos y ha perdido competitividad, y que afectaría a paga como Argentina, México y Brasil, según el Banco Mundial.
Y en lo referido a su PIB, el crecimiento de la economía argentina en las últimas décadas ha estado marcado por fuertes variaciones, entre saltos y recesiones, y performando por debajo de algunos de sus vecinos, como Brasil y México.
Martín González Rozada, profesor del Departamento de Economía de la Universidad Di Tella, dijo a CNN Radio que “para bajar la pobreza en el largo plazo Argentina necesita crecer diez o quince años sostenidamente”.
“Es una situación estructural compleja y que no se resuelve fácilmente ya que ninguno de los últimos gobiernos le pudo dar solución”, dijo en cambio Eduardo Donza, investigador del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA. “Nos faltan políticas que sean de desarrollo y que sean sostenidas en el tiempo”.
Mientras que para Leopoldo Tornarolli, del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (Cedlas), “la principal explicación del crecimiento de la pobreza tiene que ver con la pérdida de poder adquisitivo de los salarios”, debido a la inflación.
argentina y el mundo
La canasta de bienes utilizados en el pasado por el Indec –incluso sin referirnos al período en que las organizaciones perdieron credibilidad– no es la misma que hoy, y comparar a lo largo del tiempo, y más aún entre países, dado que cada lugar medido en forma distinta, es difícil.
Una posible solución es utilizar los umbrales de ingresos diarios establecidos por el Banco Mundial, en base a dólares ajustados por paridad de poder adquisitivo (PPP, por sus siglas en inglés), una herramienta que registrar el real poder de comprar en cada país, comparaciones de empoderamiento.
El Banco Mundial establece así tres umbrales de ingresos diarios por persona para medir la pobreza en diferentes países: el de US$ 2.15, de pobreza extrema; el de US$ 3,65, de pobreza para países de ingresos medios-bajos; y el de US$ 6,85, de pobreza en países de ingresos medios-altos.
¿Cómo se compara, así, la pobreza actual de Argentina este año con la de sus vecinos?
Utilizando el umbral de US$ 6,85 (PPA, precios constantes 2017), el asignado por el Banco Mundial a la región de América Latina y el Caribe, Argentina registró una pobreza del 11% según los últimos valores de 2021.
Estas cifras están entre las más bajas de la región: solo Chile (8% en 2020) y Uruguay (7% en 2021) registran menores niveles de pobreza. (Tomando como referencia 1994, Argentina tenía en ese año la menor tasa de pobreza de la región).
México (33%, en 2020), Brasil (28%, en 2021), Colombia (39%, en 2021), por citar solo algunos ejemplos, tienen valores actuales de pobreza superiores.
¿Qué niveles registran, en cambio, los países de ingresos altos?
Para Estados Unidos (datos de 2020), siempre siguiendo el mismo umbral, es del 1% y para Alemania (2019) menos del 1%, mientras que para España llega al 3%
¿Y los países de ingresos bajos?
En este grupo la pobreza es mucho más alta, siempre en base al mismo umbral: llega al 84% en la India (2019), 91% en Nigeria (2018) y 60% en Indonesia (2022), por citar solo tres.
Estos números fríos no representan, sin embargo, el flagelo de la pobreza en Argentina y el mundo. Pero son una base para intentar comprenderla.