Las noticias sobre un nuevo tratamiento que tratará el subtipo de cáncer más agresivo o una nueva técnica para diagnosticar el cáncer de forma anticipada, mediante un test y una prueba de inoculación, se suceden periódicamente generando un gran escrutinio mediático y una enorme expectación en la sociedad. Para nada, al igual que la sociedad, tenemos noticias positivas sobre los avances en el cáncer, porque de manera directa o indirecta, todos estaremos en contacto con esta enfermedad. Sin embargo, lo cierto es que la mayor parte de esta información está ligada a la realidad, o, al menos, a una realidad actual o de corto plazo.
Recientemente se anunció que una prueba de saliva podría diagnosticar el cáncer materno, emprendimiento que también sugirió que se podría abandonar el uso de la mamografía como técnica en bebés, técnica que ha demostrado reducir en gran medida la mortalidad por cáncer en la madre. y ensayos clínicos rigurosos. Esta notificación generó un gran impacto mediático, pero, como en muchos otros casos, lo cierto es que el impacto científico real de este avance se limita a la actualidad. En este caso concreto, se trata de un dispositivo que determina un marcador tumoral en saliva con gran sensibilidad. Es cierto que la determinación de marcadores tumorales no ha demostrado ser una estrategia válida para el bebé con cáncer de madre ni para su diagnóstico, y que este estudio se realizó en 17 pacientes. Todas ellas avanzan en técnicas de diagnóstico o tratamiento preciso a través de un largo y riguroso proceso de ensayos clínicos, con la participación de científicos o de miles de pacientes, con el fin de demostrar su seguridad y eficacia.
Esta notificación es sólo un ejemplo de muchas de las cosas que se comunican anualmente en relación con la cura o el diagnóstico del cáncer. En muchos casos existen terapias «milagrosas» frente al cáncer, y en el análisis, que tratan los resultados en la fase preclínica, en líneas celulares o de ratones, o en un número muy limitado de pacientes. Una vez que se pueden informar ciertas terapias, es fundamental ser consciente de que la mayoría de las terapias prometidas no logran un desarrollo clínico satisfactorio, sin proporcionar un beneficio significativo a los métodos clínicos o el perfil de toxicidad que limita su uso.
Es por ello que la Sociedad Española de Oncología Médica ha insistido en la necesidad de evaluar con cautela este tipo de notificaciones, y nos ha aplicado el ejercicio de responsabilidad ante la difusión, analizando la forma determinada de su validación y la evidencia científica. Los informes de concientización sobre la realidad pueden tener un impacto negativo en los pacientes con cáncer y sus familias, una población especialmente vulnerable, lo que puede generar falsas expectativas, aumentar su ansiedad o incluso, entre las personas en los casos, alejarlos de técnicas diagnósticas como mamografías o tratamientos que tienen sólidos científicos. evidencia.
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